Es la revisión fundamental para conocer el estado de la tela, así como para tasar el parapente a la hora de su compra o venta. Consiste en medir con qué velocidad se filtra el aire a través del tejido del ala. Si se vuelve muy permeable, las prestaciones y, aun más importante, la seguridad de tu parapente se pueden ver seriamente comprometidas. Un parapente poroso puede experimentar síntomas como: parachutajes, cambios en la tasa de caída y velocidad horizontal, puntos duros en el inflado y dificultad para recuperarse de plegadas.
Al finalizar el test de porosidad se elabora un certificado especificando todas la medidas tomadas y el estado general del parapente.
En Alamair tomamos un total de 20 medidas a lo largo del parapente, controlando especialmente el borde de ataque, en el que tomamos 10 medidas, 5 en el extradós a la altura de las bandas B y 5 más a lo largo del intradós. Se presta atención a medir los diferentes colores y gramajes del tejido del ala, ya que no todos los materiales envejecen por igual. Recomendamos hacer revisiones periódicas a partir de los dos años de uso y cada 100 horas de vuelo.